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Un fémur curado

El origen de la civilización

Un fémur curado, el origen de la civilización.

Mi papá se llama Atilio, como mi abuelo.
Nació y se crió en el campo, y sus primeros años los vivió en Rancho de Adobe y paja, hoy llamale bioconstrucción. Después fueron a “Carpintería”, después a “Montecoral”, y de jovencito se vino sólo a “Montevideo” a estudiar, pero la mayoría de su familia quedó en “Durazno”.

Cuando yo era bebé, volviendo del campo de un casamiento familiar, algo despertó a mi mamá. Veníamos en una de esas camionetas grandotas de los 80s, manejaba mi tío, mi padre iba atrás con mis hermanos, y yo venía en brazos de mi madre adelante. Resulta que la batería que iba en los pies de mi madre estaba haciendo unos chispazos, y sobresaltada le pidió a mi tío que frenara, y del terror de que ocurriera un incendio, abrió la puerta y nos bajamos. Pero la camioneta seguía en marcha.
Rodamos por el piso y ella me abrazó y me contuvo lo más fuerte que pudo para que no salga disparado, y gracias a ella no tuve ni un raspón. En cambio ella, en el pedregullo, se quemó toda la piel.
Los médicos decían que yo lloraba por el shock, pero al día siguiente descubrieron que tenía mi pierna quebrada.

Hace unos días me compartieron un artículo, que me hizo agradecer mi historia:

Margaret Mead

Un fémur curado

“Una vez, una estudiante le preguntó a la antropóloga Margaret Mead cuál consideraba la primera señal de civilización en una cultura. La estudiante esperaba que le hablara de cuencos de arcilla, armas o piedras de afilar, pero no. Dijo que el primer signo de civilización en una cultura antigua es la prueba de una persona con un fémur roto y curado.

 

Un Fémur curado: el Origen de la Civilización

Mead explicó que en el resto del reino animal, si te rompés una pierna, morís.

No podés huir del peligro, ir al río a tomar agua o cazar para alimentarte. Te convertís en carne fresca para los depredadores. Ningún animal sobrevive a una pierna rota el tiempo suficiente para que el hueso sane. Un fémur roto que se curó es la prueba de que alguien se tomó el tiempo para quedarse con el que cayó, curó la lesión, puso a la persona a salvo y lo cuidó hasta que se recuperó.

«Ayudar a alguien a atravesar la dificultad es el punto de partida de la civilización», explicó Mead.”

Gracias Familia.

🐺

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